En estos días de verano cualquier excusa es buena para ponerse guapos y escoger un sitio especial y con regusto romántico de los que se encuentran a pares en la zona del Madrid de los Austrias. Ya comenté en el post de La Gastrocroquetería que la zona colindante al Viaducto es una de mis preferidas de Madrid, por sus empinadas y desordenadas callejuelas, que todos califican de “misteriosas”, y los antiguos edificios que se derraman sobre el barranco de un desaparecido arroyo llamado de San Pedro (apunte histórico). Tal es el lío de recovecos y pequeñas vías que muchas podrían pasar desapercibidas, como la Calle Conde, que en su número 4 esconde la que se conoce como “la terraza más guapa de La Latina”: Bahiana Club. (más…)
Perderse en las calles laberínticas del Madrid de los Austrias es un seguro de encontrar rincones con encanto a la vuelta de cualquier esquina o en lo alto de una empinada calle empedrada. Para mí es una de las zonas más mágicas de la capital y me ha ofrecido algunos de los descubrimientos culinarios más sorprendentes y gratificantes de este último año. El que más, tuvo lugar en el número 17 de la calle Segovia, donde desde hace poco tiempo se puede disfrutar de la imaginación desbordante, la originalidad y los juegos gastronómicos del joven Chema Soler, que abandonó los fogones de Salterius para dedicarse en cuerpo y alma a su pequeño y céntrico comedorcito, experimentando y dando continuas vueltas de tuerca creativas a algo tan nuestro como es la croqueta. (más…)
Hay sitios tan, tan femeninos y coquetos que en la puerta debería colgar un cartel de “prohibido entrar con novios, maridos o amantes” (y lo dice una completamente in love). Vailima es una de las direcciones que más ganas tenía de visitar ya que probablemente sea una de las más peculiares y con más encanto de Madrid. Se trata de un salón de té de estilo Belle Époque situado en pleno barrio de Salamanca, concretamente en la calle General Pardiñas, 54. (más…)
Sitio con encanto: dícese de aquel lugar recoleto y por lo general de reducidas dimensiones, ubicado en una preciosa rúa, cuyo escaparate despierta la curiosidad del viandante y su decoración, de exquisito gusto, recrea un ambiente mágico y distinto que hace desear todo lo que allí se oferta y provocar repetidas visitas…
Si seguimos al dedillo esta definición, entonces Happy Day Bakery es uno de los lugares con más encanto de la capital. Siempre ando en busca y captura de direcciones interesantes y en numerosas ocasiones he oído decir: “Moni, tienes que incluir en tu blog un sitio chuli, de cupcakes, que está por Malasaña… no sé cómo se llama, pero tienes que ir…”. En esta ocasión me adelanté y para entonces Happy Day ya era uno de mis lugares de cabecera, que descubrí por casualidad pateando la que lidera mi top ten de calles preferidas de Madrid: Espíritu Santo. (más…)
En nuestro país, del mismo modo que no hay cultura del gorro (prueba a entrar en el Metro con cualquier gorro a las 8 de la mañana y observa cómo te miran), no ha habido cultura de la ropa de segunda mano; asociamos adquirir ropa usada por otras personas a los pobres de solemnidad, lo que nos ha hecho ignorar auténticas joyas en ropa, complementos y objetos de decoración que gracias al trabajo de muchos se han ido atesorando y esperando su momento. Y ese momento es ahora. Claro, que ahora ya no se llama segunda mano, se llama vintage, que da menos repelús. Muchos son los establecimientos que en los últimos años han abierto sus puertas a este tipo de artículos, pero la calle Velarde, en pleno barrio de Malasaña, es la milla retro de la capital. (más…)
En medio de la vorágine y el trasiego que se respira en las calles Fuencarral y colindantes, se esconde un edificio en la calle San Mateo (el número 13) que pasa desapercibido a los que transitan por allí, movidos por las compras y los innumerables cafés y restaurantes modernitos de la zona: el Museo del Romanticismo, ideal para aquellos que busquen un lugar escondido y lleno de encanto en pleno centro de Madrid. (más…)
Siempre es utilísimo tener apuntadas varias direcciones de restaurantes que te permitan quedar como una reina con amigos que buscan una comida resultona (y no alardes culinarios) en un ambiente cool y cosmopolita. Uno de estos lugares es Wogaboo (franquicia con varios establecimientos en Madrid; a mí el que más me gusta por su tranquilidad es el de General Martínez Campos, 26). (más…)
Esta es una de esas direcciones que te hacen sentir privilegiada por conocerla y sobre todo por poder compartirla con todos aquellos para quienes el té y las infusiones son sus bebidas de cabecera. Está ubicada en una de las zonas más bonitas de Chamberí, la Plaza de Olavide (número 10), lo que ya la dota de un “charme” (que dirían los franceses) especial, y la tranquilidad y el sosiego que se respiran en dicha plaza parecen venir del interior de los cientos de botes y tarros que albergan un total de 160 clases de té, artesanales y seleccionados personalmente a lo largo y ancho del globo por la que a día de hoy creo que es la persona que más sabe en la capital acerca de esta bebida milenaria, Isabelle, a la que no puedo calificar más que de encantadora y gran profesional. (más…)
Que Madrid está inundado de restaurantes japoneses no es decir nada nuevo; hace muchísimos años que descubrimos las bondades de esta deliciosa gastronomía. Pero encontrar uno suficientemente auténtico y sin pretensiones es ya otra historia (salvando modestos comedores como Naomi, Hanakura o Yamate, la espectacularidad del resto deriva o bien de la calidad suprema de la materia prima y magistrales experimentos de fusión e innovación, lo cual se paga, o de una decoración fashion y urbanita, que mucho ruido y pocas nueces). Por eso se agradece poder catar esta culinaria sin que sufra el bolsillo y sin preocuparnos de si llevamos el atuendo adecuado para ver y ser vistos… (más…)